La flor de azafrán, especia milenaria y aroma inconfundible de la tradición culinaria gallega siempre ha estado rodeada de leyendas. Una de ellas, cuenta que su aroma ayudaba a fortalecer la memoria, contribuyendo a que no se borrara de la mente el recuerdo de la persona amada.
Y es que estamos ante una especia diferente, que siempre ha exigido mimo, dedicación y paciencia en su cultivo, y a la que siempre se le han atribuido, además de sus conocidas bondades a la hora de aportar sabor a los platos, distintas propiedades beneficiosas para la salud.